
Iniciado por
Demadestro
Pero si estos espíritus Lilith y Samael o Enki y Ninki tuvieron hijos con Adán y Eva, hay una porción de seres humanos que no son completamente humanos (los cainitas, hijos de Eva y Samael). Luego el humano realmente no viene de Adán y Eva, sino de Adán, Eva e invitados. Porque el génesis dice claramente que Eva es la madre de todos los vivientes. Luego el génesis también habla de los Nephilim, los gigantes producto de la uníon de las mujeres terrestres con los "hijos de Dios", a los cuales se les ha dado mil definiciones diversas. Lo que parece quedar claro es que estos "espíritus" eran los suficientemente carnales -y lo suficientemente compatibles, genéticamente hablando- como para poder engendrar hijos con los humanos.
Bueno, pero más allá de la pura terminología, traducción y ortografía judía, lo que yo veo incoherente es que se tome a la biblia por un libro científico. Por descontado la biblia habla de Dios, lo cual ya sale completamente del ámbito científico. ¿Cuál es el problema con juntar una pareja de animales de cada especie de todo el mundo? Si la biblia nos habla de "Dios" podemos suponer que fue "Dios" quien trajo todas las especies al arca. Es decir, en cada punto díficil de creer en la biblia siempre se puede recurrir al recurso "Dios" para explicar lo inexplicable. De esa cuenta veo que rebatir lo que se cuenta en la biblia es como tiempo perdido. Con cada relato la Biblia busca siempre enseñar la intervención de Dios en la historia humana, y pienso que justamente por eso propone historias increíbles o maravillosas, imposibles de existir desde la pura realidad cotidiana, como quien dice: esta historia que te cuento hubiera sido obviamente imposible si no hubiera intervenido Dios.
Pero además, desde el punto de vista cristiano-occidental, la biblia por sí misma puede ser un libro muerto, de historias morales bonitas y edificadoras, pero sin trascendencia. Es sólo hasta que Dios concede al hombre su Espíritu que las palabras cobran el sentido final para el que fueron escritas. Así por ejemplo en el nuevo testamento se nos clarifica la intención de la leyenda o parábola del arca de Noé: el arca es un figura de Cristo (que nos salva de la muerte), el diluvio una metáfora del bautismo (que purifica y destruye lo anterior de nuestra vida) y Noé y su familia representan al creyente que por su fe es salvado de entre el mundo. Detenerse demasiado en los detalles de esta leyenda del arca queda como un estudio paleográfico, histórico o de pura curiosidad anecdótica, pero ciertamente es perder por completo la intención del texto. Sólo con el nuevo testamento el antiguo testamento cobra sentido en su función salvífica. Porque en realidad nada de lo que pasa allí tiene un sentido sino lo entendemos como una figura o una profecia de lo que había de venir. Esto no es cuestión religiosa: podemos ser perfectamente ateos,pero si queremos entender el sentido de esa "novela" que se llama la Biblia es necesario enterarnos de su desenlace para poder comprender los eventos de la primera parte. Es decir, para entender el antiguo testamento no nos sirven buscar manuscritos originales ni entender traducciones exactas: lo que verdaderamente nos sirve es interpretarlo (no traducirlo) desde la óptica del nuevo testamento.
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